Estos actos, necesarios para no olvidar el drama, consisten en la concentración en la puerta del Ayuntamiento de los 17 miembros de la Corporación municipal y varias asociaciones que portan pancartas y en las que a un colectivo distinto cada mes se le invita a leer un manifiesto de repulsa que sus miembros elaboran. Como siempre, la cita termina guardándose un minuto de silencio que finaliza con un aplauso.
La concentración del lunes no sólo no pasó desapercibida sino que tuvo mayor emotividad al citar el Club de Pádel de Pozoblanco el nombre de las mujeres asesinadas este mes, una cifra escalofriante de cinco víctimas, entre las que se encontraba María Rey, la mujer de 51 años de edad, que murió en la madrugada del miércoles de la semana pasada en la barriada cordobesa de Alcolea a causa de los golpes que le propinó su marido con el atizador del brasero.