Faltaban cinco minutos para las siete de la tarde. Los primeros vehículos empezaban ya a transitar por la ansiada variante sobre la carretera A-423 (Cardeña – Alcaracejos) a su paso por el núcleo urbano de Pozoblanco que el martes puso en servicio la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta. En uno de los márgenes de la carretera, cerca de la rotonda de los depósitos de agua, se habilitaron dos carpas. A su alrededor, minutos antes de las seis, ya se arremolinaban alcaldes de la zona, concejales y curiosos. Sí, ciudadanos que se habían enterado de la inauguración y decidieron presenciar el corte de la cinta. Y, por supuesto, una nutrida representación de la Corporación pozoalbense, con el alcalde a la cabeza, y miembros de todos los grupos municipales.
El acto estuvo presidido por el consejero de Obras Públicas y Transportes en funciones, Luis García Garrido, que destacó la importante mejora de la seguridad vial en la travesía urbana de la ciudad al eliminar el tráfico pesado del polígono industrial Dehesa Boyal.
Ha costado 10,4 millones de euros, y se encuentra incluida dentro de las actuaciones recogidas en el Plan MASCERCA para las comarcas del Valle del Guadiato y Los Pedroches en la provincia de Córdoba. Este Plan incluye nueve actuaciones para esta zona, para las cuales está prevista una inversión de más de 96 millones de euros, contando para su financiación con Fondos FEDER de la Unión Europea.
DOS CARRILES DE 3,5 METROS
La variante tiene una longitud de 11,6 kilómetros y canaliza los tráficos de las carreteras A-423 y A-435 (Espiel – Torrecampo), evitando su tránsito por las travesías urbanas de la localidad. A lo largo de su trazado se han construido seis intersecciones; dos para conectar con la carretera A-423, dos para la conexión con la A-435, una para la conexión con la carretera de Obejo (CO-6411) y la última para conectar con la carretera de Villaharta (CO-6410). La nueva vía consta de dos carriles, uno por cada sentido de la marcha, de 3,5 metros de anchura, más arcenes exteriores.
Como singularidades destacan los cuatro pasos superiores que resuelven el cruce de la variante con los caminos agrícolas Mohedano, Los Molinos, Villanueva del Rey y Camino Final. Igualmente destacan los pasos inferiores del camino de la Virgen de Luna y de continuidad al camino de las Piedras.
AHORA LA DEL IRYDA
El consejero recordó que de las nueve actuaciones contempladas en el Plan MASCERCA para la comarcas cordobesas del Valle del Guadiato y Los Pedroches, ya se encuentran en servicio, además de la variante sur de Pozoblanco, las correspondientes a los acondicionamientos de la A-435 entre Torrecampo y el límite de la provincia de Ciudad Real, y de la A-449 entre Hinojosa del Duque y el Cruce del Cuartenero. Estas tres obras han contado con una inversión de 21,1 millones de euros.
Actualmente, se están ejecutando las obras correspondientes a la mejora de la carretera A-435, del IRYDA, entre el cruce de la N-502 y Pozoblanco. Con un presupuesto de 8,5 millones, tendrá 13,4 kilómetros y tres glorietas, estará concluida para finales de 2009 y contará con un carril bici o zona de paseo de 5 metros de ancho desde una de sus glorietas y hasta el casco urbano.
Por último, la Consejería de Obras Públicas está trabajando en los estudios y proyectos de las cuatro restante actuaciones, cuya ejecución supone una inversión estimada de 61 millones de euros. Estas obras son las relativas a la mejora y acondicionamiento de las carreteras A-420 entre Marmolejo y Belalcázar, la A-421 entre Villafranca de Córdoba–Villanueva de Córdoba, la A-435 entre Pozoblanco y Torrecampo, así como la variante de esta última localidad.
SATISFACCIÓN
El alcalde, Benito García, destacaba la inversión de la Junta en la variante y decía que se había construido “en un tiempo prudente”, además de que instó a la administración autonómica “a seguir apostando por las infraestructuras de esta comarca, por la necesidad de trasladar productos”.
Como datos curiosos la variante ha obligado a construir 5.000 metros de caminos de servicio de 7 metros de ancho, poner vallas de 1,20 metros de altura en 8.000 metros de terrenos municipales y 15.000 privados y se han excavado 220.000 metros cúbicos de tierras.
