La Plaza de la Villa de Dos Torres y sus alrededores tenían ayer aires de otros tiempos. Los visitantes que acudieron a la fiesta de La Candelaria tenían la sensación de haber viajado en el tiempo al siglo XVI o XVII con la enorme candela en mitad de la plaza, sólo iluminada por las antorchas colocadas en la espectacular fachada de la iglesia mudéjar de La Asunción, y con pendones con los escudos heráldicos de los nobles de la villa.
El alcalde de Dos Torres, Manuel Torres, destacó la implicación de muchos vecinos en esta fiesta a la que acudieron numerosos visitantes y en la que no faltó de nada; la XII muestra gastronómica con platos típicos como las migas, los potajes, las hojuelas o el piñonate; los mercados francos atendidos por vendedores medievales; los juegos tradicionales y paseos en pony o las visitas teatralizadas por distintas calles y casas de nobles que fueron un éxito.
Al ponerse el sol se encendió la candela, símbolo de la purificación de la Virgen después del parto de Jesús, alrededor de la cual una decena de mujeres bailaron jotas tradicionales. El broche se puso con la degustación de panceta, sardinas y de los platos de la muestra y con la actuación del grupo Nostalgia.
Zona ERI.
Hace 13 horas