En Belalcázar, miles de romeros acompañaron un año más a Nuestra Señora de Gracia de la Alcantarilla en los 20 kilómetros que separan la ermita del pueblo, donde llegó ya de noche. Uno de los momentos más vistosos fue el paso de la patrona por el río Zújar que este año estaba muy crecido por lo que el agua llegó a la altura del pecho de las personas que acompañaban a la Virgen. Por ese motivo se impidió a los más pequeños cruzar el río. Además, este año no hubo las típicas cintas que salen de las andas y que portan los romeros para que no se agolpara la gente en el agua.
La comitiva partió muy temprano, tras la misa de campaña, y una vez superado el Zújar, a media tarde emprendió el tramo final hasta las piedras de San Pedro. Ya en la parroquia de Santiago el Mayor, hubo un besamanos. Los actos habían comenzado el sábado con el santo rosario nocturno y la verbena durante la madrugada.
Fotos:
Rafa Sánchez Ruiz.