Los habitantes de Belalcázar pusieron en escena anoche El halcón y la columna, una obra de teatro que narra la propia historia de la localidad a través de los linajes de Sotomayor y Zúñiga entre 1432 y 1483. Después de tres meses de ensayos diarios, un total de 97 actores y actrices, todos ellos vecinos del municipio, tomaron el escenario del Patio de la Huerta del convento de Santa Clara de la Columna para interpretar con soltura y dramatismo una obra escrita por el dramaturgo cordobés Francisco Benítez. Las representaciones se realizan cada noche hasta el próximo sábado.
Con las 700 localidades de las gradas colocadas para el público completamente ocupadas, las luces se apagaron y dieron paso a las distintas escenas, que se iniciaron con la muerte del Maestre de la Orden de Alcántara, Gutierre de Sotomayor, el primer señor de Gahete, nombre primitivo de Belalcázar. El anuncio de su muerte y la aparición del féretro permitían a los espectadores, desde esa primera escena, situarse en pleno siglo XV. Más adelante, el protagonismo fue para la unión entre el segundo señor de Gahete, Alfonso de Sotomayor, y doña Elvira de Zúñiga; mientras que la tercera parte se centró en la relación entre doña Elvira y su primogénito, el primer conde de Belalcázar, que tras renunciar al condado tomó los hábitos franciscanos y pasó a la historia como Fray Juan de la Puebla.
La obra, que se representaba por segunda vez --el estreno se produjo en el año 2006--, vuelve a estar dirigida por Javier Ossorio, quien destaca que este año el montaje "ha dado un salto cualitativo" con el sonido directo de los diálogos. Así, Ossorio ha trabajado en los últimos tres meses con los actores en ensayos diarios de lunes a domingo, primero en una nave cultural del Ayuntamiento y, en las últimas semanas, en el propio patio del convento. El trabajo con estos actores no profesionales ha sido, según el director, "muy gratificante por su entrega e ilusión".
El director indicó que los preparativos comenzaron hace un año con la elección de los actores y puso de relieve que se había visto obligado a aumentar el número de personajes "ante la estupenda reacción del pueblo, que de forma mayoritaria se ofreció a participar en la obra".
El desarrollo de las tramas se produce en una zona acotada de 70 metros cuadrados del patio trasero de este convento del siglo XV, habitado en la actualidad por las monjas clarisas de clausura, y con la particularidad de que en su interior reposan los restos de la familia condal a la que hace referencia la obra. No es de extrañar que Javier Ossorio defina el lugar como "cargado de magia y donde las piedras hablan al público".
El alcalde de Belalcázar, Antonio Vigara, no podía ayer ocultar su satisfacción al ver la respuesta de sus vecinos, "que son conscientes de la importancia de lo que están haciendo". El regidor recordaba que 140 personas hacen posible El halcón y la columna , "de los que unos 115 son habitantes del municipio y realizan su trabajo sin cobrar por ello". De ahí que quisiera también destacar al equipo de sastrería, maquillaje o peluquería. Vigara señala que el coste de la puesta en escena asciende a 90.000 euros y, tras el apoyo de la Diputación, espera también contar con la colaboración de la Junta de Andalucía y de Adroches. Antonio Vigara se muestra orgulloso de llevar a cabo la representación en el convento, "el segundo monumento religioso más importante de la provincia tras la Mezquita". Satisfechos, después de tres meses de ensayos, por los aplausos del público, se encontraban Dolores Moreno y Francisco Quintana, que encarnan a doña Elvira de Zúñiga y Alfonso de Sotomayor, respectivamente. Ambos repiten los mismos papeles del 2006, "pero no tienen nada que ver, ya que entonces los diálogos estaban pregrabados y ahora el sonido es en directo", señalaba Francisco, que reconocía que, gracias a esta obra, "conoces gente que al final forma una gran familia". Dolores dice que para ella supone "una gran responsabilidad transmitir al público la historia de mi pueblo".
Antonio Manuel Caballero.