Juan Pedro Dueñas Santofimia relató su vínculo con Pozoblanco y aportó su visión personal de su pueblo en el pregón de feria 2010, que pronunció el pasado sábado en el teatro municipal El Silo.
A lo largo de 40 minutos habló, según dijo, de lo que siente, desde la libertad, sin complicidades con el silencio y sin ánimo ofensivo. No faltaron las anécdotas personales que en varias ocasiones hicieron sonreir al público.
Se mostró orgulloso de ser callenuevo, y es que para él haber vivido en el barrio de San Bartolomé representa una lección para la vida.
Aseguró que las señas de identidad de los pozoalbenses son la honestidad, el trabajo y la seriedad.
Juan Pedro Dueñas señaló que su pueblo es Pozoblanco, aunque los avatares de la vida hicieron que naciera en Puertollano, aunque después de los esfuerzos que ha hecho por volver y hacer cosas por su pueblo dijo merecer ser reconocido tarugo por concesión real. También contó que no tuvo una experiencia buena en el colegio Salesiano, desde dónde fue invitado a marcharse con 13 años, como él mismo explicó, por ser rebelde ante la injusticia.
En un pregón de feria acompañado por el sonido de fondo de las guitarras de Ángel López y Salvador Escribano, Juan Pedro Dueñas contó que en su niñez fue componente de la banda de música de Pozoblanco y ahí empezó a sentirse embajador de Pozoblanco gracias a las actuaciones que realizaban en los pueblo de la zona.
Un episodio doloroso para él ocurrió cuando con 15 años se tuvo que separar por primera vez de su pueblo y es que su familia se marchó a Cataluña y él con ellos. Además de tener que separarse de su primer amor ocurrió en plena feria de septiembre que claro ese año acabó para el pregonero antes de tiempo.
En el pregón de Feria, Juan Pedro Dueñas comentó su experiencia política cuando se presentó a las elecciones municipales de 1987 como candidato a la alcaldía por IU. Sin embargo, finalmente optó por su carrera profesional -cuando le ofrecieron un ascenso-porque aunque llegó a ser concejal no percibía sueldo suficiente para sustentar a su familia.
Sus reflexiones también llegaron por su profesión. Después de más de 40 años como funcionario de justicia, manifestó sentirse desolado porque la justicia se ha quedado anquilosada.
El pregón finalizó con el reconocimiento de Juan Pedro Dueñas del honor que le había supuesto ser pregonero de su pueblo y dijo que era la mejor recompensa que en su vida ha recibido por los esfuerzos que ha hecho por estar presente en Pozoblanco en cuerpo y alma. En el último momento se vio obligado a cambiar el final de su pregón porque precisamente el sábado mientras él se encontraba en el escenario de El Silo, su hermana estaba velando el cuerpo sin vida de su cuñado fallecido ese mismo día.
Tras el pregón, que se había iniciado con las palabras de bienvenida del alcalde y con la entrega de premios de los concursos literarios y del cartel de feria, el público disfrutó de la actuación del recital que ofrecieron Javier Fernández Alameda al piano y Antonio Serrano Pérez al violencho. Un obsequio musical que ofrecieron al público fue la adaptación que hicieron de la jota de Pozoblanco.
Texto: Antonio Manuel Caballero Fotos: Rosa García
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