El pasado sábado se llevó a cabo la jornada de clausura de la Misión Juvenil Preparatoria, acto preparatorio de la Jornada Mundial de la Juventud (que presidirá el Papa en Madrid del 16 al 21 de agosto), y que logró reunir en el centro de Córdoba a cerca de 3.000 jóvenes de toda la diócesis, sin contar monitores, responsables parroquiales, voluntarios, sacerdotes e, incluso, el propio obispo, Demetrio Fernández, que participó intensamente en el programa de este encuentro religioso y lúdico. Al menos medio centenar de los asistentes eran de Pozoblanco y así se dejó notar con una gran pancarta elaborada para la ocasión.
La Mezquita-Catedral, la iglesia de La Compañía y la plaza de las Tendillas fueron los tres principales escenarios de la jornada, en un continuo ir y venir desde por la mañana entre las calles que unían estos tres puntos por parte de jóvenes y voluntarios de la organización. Tras el recibimiento del obispo en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral, en el que el prelado llamó a los participantes a "compartir la alegría que llevan dentro", Las Tendillas albergó el grueso de actividades lúdicas, con conciertos (Grupo Jerusalén, Jesús Cabello y Unai Quirós), la actuación del grupo de teatro de Baena y el colegio Trinitarios con Jesucristo Superstar o el puesto de la Operación Kilo, mientras que en la iglesia de La Compañía tenía lugar un amplio acto de adoración al Santísimo. Tras la comida y un descanso, los jóvenes salieron en procesión con la imagen de la Inmaculada Concepción desde la parroquia de La Compañía hasta la Catedral, en donde el obispo presidió la misa central de la jornada. La Inmaculada volvió en procesión pasadas las 19.00 horas a La Compañía de manos de los grupos de jóvenes cofrades, muy activos en esta jornada.
