Santiago Muñoz Machado y Andrés Amorós, cuya conferencia clausuró las Jornadas.Los profesores García, Muñoz Machado y Lucena.Las Jornadas de Otoño de 2010, organizadas por la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno de Covap, continuaron en la sesión de viernes con las ponencias centradas en la búsqueda de los factores desencadenantes de los procesos emancipadores de las colonias americanas y de la construcción de su independencia.
RICARDO GARCÍA El análisis sobre los factores que pudieron influir en el desencadenante de estos procesos corrió a cargo de Ricardo García Cárcel, quien argumentó que aunque el imperio español sobre las colonias americanas había sido breve aún se sigue manteniendo varias tesis sobre si sus causas se pueden encontrar en el regreso del absolutismo de Fernando VII o, por el contrario, fueron las reformas del trienio liberal. Para García Cárcel existen factores exógenos que son determinantes como fueron la revolución americana y la revolución francesa, que sin duda, influyeron en los dirigentes de los movimientos insurgentes y que estuvieron presentes en alguna de ellas. Sin embargo, para García Cárcel, la independencia de América Latina fue un ejercicio de españolidad “nunca se fue tan español como en el ejercicio de la construcción de la identidad”, aunque siempre estuvo presente el viejo y eterno problema de España, la fractura de España entre los conservadores y los liberales. A esto hay que sumar, según García Cárcel que la propia construcción del Estado también ofrece dos vertientes, de un lado la construcción sobre el eje vertical apoyado en lo castellano, o la pluralidad y multiterritorialidad de España. Tras el análisis de estas cuestiones que son el germen de los procesos revolucionarios para el catedrático de Historia Moderna el gran desencadenante fue la Guerra de la Independencia y especialmente la construcción del nuevo Estado con las Cortes de Cádiz donde comienza a desvanecerse el sueño americano porque provoca la huída de estos. Esta desmembración provoca décadas más tardes las nostalgia por la pérdida de las colonias que paralelamente se nota en el otro lado del atlántico cuando las repúblicas independientes se sienten incapaces de construir un sistema de gobierno estable.
MANUEL LUCENA La historiografía y su intento por entender qué sucedió y cómo hace dos siglos genera visiones diferentes que se pueden resumir en tres palabras o conceptos según Manuel Lucena Giraldo, profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que son “fracosología, victimismo y pornomiseria”. Para Lucena la fracosología es la perenne de los españoles de ver el vaso medio lleno o medio vacío, sin embargo lo que sucedió hace dos siglos fue el inicio de un largo y lento proceso de democratización. La pornomiseria es toda esa industria cultural que se encarga de mostrar los abyecto, repugnante y mísero de aquellos sucesos, mientras que el victimismo es la actitud española de que la culpa siempre la tuvieron otros. Pero no hay que olvidar, según Lucena, que las independencias de las colonias americanas es una implosión del imperio desde dentro hacia fuera y que se generó tras la Guerra de la Independencia, cuando Napoleón llega a Cádiz y a través de las Cortes de Cádiz y sus dialécticas comienzan los colonos a sentir el vacío de poder frente a la lealtad que habían jurado al rey Fernando VII, ante la cual se comienzan a formar las Juntas Autonomistas que intentan mantener un sistema establecida y un orden que desemboca en los procesos insurgentes motivados por cuestiones netamente económicas y de gobierno, para Lucena, los criollos no consienten ser gobernados por los franceses puesto que esto generará controversias con los ingleses, dueños del comercio ultramarino y principales compradores del cacao que producen.
ANDRÉS AMORÓSLa independencia de la literatura hispanoamericana no se produce, sin embargo, hasta mucho después, tal y como explicó el catedrático de Literatura Española de la Universidad Complutense, Andrés Amorós, cuando Rubén Darío, en la poesía, introduce el modernismo que vivencia en la literatura francesa, atrayendo a los españoles con la nueva métrica, la musicalidad y el esteticismo. Hasta ese momento la literatura hispanoamericana sigue los preceptos españoles, compartiendo la lengua castellana y los estilos que se suceden, sin embargo, habrá que esperar hasta la década de los 60 para que en la novela los hispanoamericanos rompan con el realismo y se produzca el “boom” de la novela hispanoamericana con Borges, Cortázar y García Márquez entre otros que llegan a España justo en un momento, que por cuestiones políticas, se han quedado anclados en el realismo aburrido que se ve deslumbrado por la literatura imaginativa y fantástica que viene del otro lado del Atlántico, y es ahí cuando “los españoles ya no podemos decir que somos dueños de la lengua castellana sino que la compartimos con los hispanoamericanos de una manera minoritaria, de la misma manera que tampoco somos dueños de la literatura castellana, felizmente, por la riqueza que esto significa para la lengua”, afirmó Amorós.
BUENA ASISTENCIA DE PÚBLICO Amorós puso el broche final a estas decimoterceras Jornadas de Otoño que se han centrado en los procesos revolucionarios de América Latina cuando coinciden con la celebración del bicentenario de los levantamientos de independencia. Las dos sesiones de tarde en las que se han dividido las jornadas han concentrado una amplia y variada asistencia de público fiel a este reencuentro con la historia y la literatura.