Una plaza de toros a la antigua usanza, en plena Plaza de la Villa de Dos torres, formada por una veintena de carros y un centenar de palos acogió el pasado sábado la popular fiesta de la Vaca de San Isidro, organizada por la asociación cultural La Charlotá, en colaboración con el Ayuntamiento.
Mozos de la comarca y llegados de provincias limítrofes como Ciudad Real, Badajoz o Jaén participaron en el concurso de recortadores, donde se pudieron ver saltos muy espectaculares; y en el de don Tancredo, en el que los participantes se tenían que mantener de pie sobre un soporte mientras la vaca corría por el ruedo.
El presidente de la asociación La Charlotá, José Rafael Madueño, señaló que unas mil personas llenaron los espacios disponibles en los carros y en los soportales para presenciar el espectáculo. El secretario, Juan Francisco Sánchez, relató que los viejos carros han sido recuperados y rehabilitados por la asociación para conformar un coso taurino de 30 metros de diámetro, sobre el que se dispusieron diez centímetros de albero como superficie, ya que el suelo de la plaza es de granito. La asociación pretende construir una nave para almacenar y exponer los carros.
El equipo médico, encabezado por el doctor Eliseo Morán, tan sólo tuvo que asistir a tres jóvenes con contusiones menores. La anécdota se produjo cuando una vaca se escapó hasta en un par de ocasiones, aunque fue rápidamente devuelta a la plaza. Cuatro vacas de la ganadería de Rivera participaron en el encierro, los concursos y la suelta, dando continuidad a una fiesta del siglo XVII y que se recuperó en el 2003.
