El primer mini festival de otoño Siémbrala, que el sábado organizó la residencia de artistas La Fragua, reunió a una serie de propuestas para acercar la pluralidad cultural al medio rural y que se expusieron, desde la mañana y hasta la tarde, en el convento de Santa Clara de Belalcázar. Las actividades comenzaron con una siembra de trigo ecológico en el huerto del convento promovida por el colectivo Culturhaza, integrado por Protasia Cancho y Agripino Terrón, que cuentan con una explotación agraria en Villarrubia y que usan la tierra como superficie de escultura y de acción a través del agrolandart. Ayer, un grupo de cinco niños de Belalcázar, a los que se sumaron otros mayores, sembaron el trigo en forma de U. Esta actuación, basada en la agricultura, la economía y la escritura, continuará hasta que en verano se pueda cosechar para hacer pan. Un agrodiario recogerá todo el proceso de producción del trigo.
Gabrielle Mangeri, codirectora de La Fragua, señaló que con esta primera edición del mini festival de otoño se ha pretendido hacer una reflexión acerca de los nexos que existen entre la creación contemporánea y el entorno rural, entendiendo éste no sólo como materia, sino también como sujeto que dialoga, aporta ideas a los artistas y que, por tanto, merece estar expuesto a nuevos lenguajes y nuevas formas de expresión.
Las actividades continuaron con una charla de experiencias sobre autogestión, producción y consumo de un huerto ecológico colectivo donde se expusieron experiencias existentes en Méjico, Marruecos o Bélgica. Al mediodía, el restaurante argentino La Pampa en flor, ubicado en Belalcázar, llevó a cabo un almuerzo del gaucho, elaborando recetas argentinas con productos de Los Pedroches. Los asistentes degustaron las empanadas criollas o la parrilla de carne, que es la comida típica de los domingos en Argentina. Todo ello, completado con un potaje de vegetales del huerto. La jornada concluyó con un taller de danzas del mundo y con un concierto del grupo cordobés Transhumantes, que interpretó canciones populares de todo el mundo.
La codirectora de La Fragua, Gabrielle Mangeri, se mostró muy satisfecha por el resultado del festival, que también perseguía que los vecinos de Belalcázar se acercaran hasta el convento para conocer sus actividades. La Fragua es una asociación cultural, liderada por Javier Orcaray y Gabrielle Mangeri, que en diciembre pasado puso en marcha una residencia de artistas en Belalcázar para ofrecer un espacio integral para la producción, el estudio y la exposición del arte contemporáneo fuera del ámbito urbano, teniendo como sede el convento de Santa Clara.
Fotos de José Antonio Jaime cedidas a Punto Radio Pozoblanco.
