Francisco A. Carrasco, jefe de la sección de Cultura de Diario Córdoba, recogió este domingo por su libro de relatos Taxidermia el premio Solienses 2012, que reconoce al mejor libro publicado por un autor de Los Pedroches durante el año anterior. El mundo de la cultura de Los Pedroches se dio cita en el convento de Santa Clara de Belalcázar para asistir a la entrega de este galardón consistente en la réplica en miniatura de un arado romano, realizado por la asociación de artesanos de Los Pedroches, Ofiarpe. ABC Punto Radio Pozoblanco estuvo en Belalcázar y te ofrecemos los distintos discursos e intervenciones.
ANTONIO MERINO, EDITOR DE SOLIENSES:
FRANCISCO A. CARRASCO, AUTOR PREMIADO:
MIGUEL COLETO, PORTAVOZ DEL JURADO:
JAVIER ORCARAY, MIEMBRO DE LA FRAGUA:
ANTONIO VIGARA, ALCALDE DE BELALCÁZAR:
El editor del blog Solienses , Antonio Merino, destacó que este premio, del que él es el promotor, representa "una creación colectiva que nos enorgullece como personas y como comarca porque implica una forma singular de entender la necesidad de mantener viva la cultura en nuestros pueblos". Asimismo, explicó que la entrega del premio, que alcanza su sexta edición, "se ha convertido ya en una cita anual de las personas que compartimos unas mismas inquietudes en torno a la sociedad y la cultura de Los Pedroches".
En nombre del jurado, Miguel Coleto, indicó que entre los méritos de Taxidermia se encuentran el logro estilístico de una prosa depurada y precisa para analizar los comportamientos humanos a partir de historias inspiradas en la sociedad actual.
Francisco A. Carrasco, tras reivindicar el valor literario del cuento, género al que calificó como "la historia en estado puro", dijo sentirse orgulloso por recibir un premio como el Solienses "que no mira la etiqueta sino el valor de la obra" y "por todo lo que tiene de romántico, por todo el cariño que arrastra, por su simbología y por lo que supone de rebeldía para una comarca que no pierde su fe en el futuro".
La jornada, que comenzó con una visita por el interior del convento y finalizó con la degustación de un jamón ibérico de bellota en la huerta de las monjas, supuso también un reconocimiento a la labor cultural que la residencia de artistas La Fragua realiza en la parte no habitada por las monjas de clausura de este monumento del siglo XV.
Antonio Manuel Caballero.
