La velá de la cruz en Añora, en la noche del sábado y madrugada del domingo, llenó las calles de "magia de arte y luz", como reza el lema escogido este año por el Ayuntamiento para difundir esas efímeras obras de arte que son las cruces hechas por las mujeres noriegas que, desde meses antes, se reúnen cada tarde para elaborar adornos y dejar volar su imaginación para lograr, lo que parece imposible, superarse cada año. La lluvia que no dejó de caer el sábado dificultó el montaje de las cruces pero por la noche dejó de llover y el ambiente en las calles fue creciendo. Las carpas colocadas por el Ayuntamiento en las cruces exteriores salvaron la fiesta. Ocho cruces de piedra y cinco cruces interiores competían en belleza.
Los visitantes llegados en
autobuses desde Córdoba, Sevilla, Jaén o Ciudad Real se dejaban envolver por
las creaciones de las cruceras. Los blancos de
las cruces interiores, con el dorado de las joyas colgantes que pasan de una
generación a otra, y el colorido de las cruces exteriores hacen única en la
provincia esta fiesta declarada de interés turístico. Con la tuna recorriendo
las cruces, el grupo Rare Folk actuando en la
Casa de la Cultura y el reparto de chocolate fue avanzando la noche, hasta que
a las cinco de la madrugada se conocía el fallo de un jurado mixto de cruceras y de personas ajenas a las cruces.
El primer premio en
exteriores fue para la de Cantarranas, hecha en
buena parte con cucharas de plástico. En interiores ganó la de la calle
Concepción, 18. Felicidades a las noriegas y ¡enhorabuena a Añora!.Cruz de la residencia de ancianos: