Ha sido un momento emotivo para la Hermandad, que durante tanto tiempo ha luchado por conseguir este objetivo, pero también para los vecinos del Cerro, que han adornado sus calles y elaborado alfrombras de colores. Desde este domingo, hay una calle con el nombre de Nuestra Señora de La Soledad.
La calle se encuentra en el perímetro exterior de la parroquia de San Sebastián y la inauguración y bendición han tenido lugar en el transcurso de la procesión, rezando el Santo Rosario, con la imagen de la Virgen, que estrenó una saya y corpiño bordados en hilo de seda y oro fino, donados en acción de gracias por los componentes de la junta de gobierno de la Hermandad. Los estrenos han sido realizados en los talleres cordobeses de Antonio de Padua Villar.
Al paso de la procesión por la Casa de Hermandad fue inaugurado y bendecido por el capellán, Juan Caballero, un retablo cerámico realizado por Domi Calero y Juan Manuel Alameda, de unas dimensiones de 1,90 por 1,50 metros. Tras la inuaguración, fue liberada por una niña una paloma.
El hermano mayor de La Soledad, Moisés Serrano, no dudó en calificar la jornada del domingo como día histórico y agradeció a todos aquellos que han puesto su granito de arena para lograr la calle para la Titular y entregó un cuadro con la imagen de la Virgen al Ayuntamiento y a los autores del retablo cerámico.
A la procesión acudieron miembros de la junta de la Agrupación de Cofradías y Hermandades y representantes de varias cofradías de la ciudad. La Agrupación Musical Nuestra Señora de la Soledad, con su nuevo director al frente, Joaquín Nevado, interpretó distintas marchas a lo largo del recorrido.
Además, el sábado, en la parroquia de San Sebastián, Juan Fernández Medrán pronunció la exaltación de la Virgen de la Soledad.
