Numerosos visitantes conocieron ayer cómo se extraen las distintas piezas del cerdo ibérico y la preparación de la carne para el embutido. Fue en la octava Fiesta de la Matanza que organiza el Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba, en la que Lucía Romero (foto inferior con gafas) fue distinguida como matancera mayor. Desde los 12 años empezó a ayudar a su madre en las matanzas domiciliarias a las que acudían para trabajar y a sus 81 años sigue haciéndolas; de hecho, lleva cuatro matanzas a sus espaldas en lo que va de campaña. Lucía Romero destacó que "una matanza es muy trabajosa, y más antes, cuando no había máquinas y todas las labores se hacían a brazo". Antonio Escribano fue narrando al público el proceso del despiece, de un cerdo de unas 14 arrobas, que corrió a cargo de un grupo de profesionales, aunque el animal fue sacrificado previamente en el matadero.
Kisko García, del restaurante El Choco de Córdoba y estrella Michelín, (foto inferior) pregonó la fiesta y agradeció al pueblo de Villanueva de Córdoba, del que es originaria su familia materna, todo lo que ha aportado a su cocina y a su vida.
El alcalde, Francisco Javier Arenas, señaló que con el traslado a los aparcamientos del pabellón deportivo la fiesta ha ganado en amplitud, expositores y restaurantes. La música la pusieron Jara y Granito y Pata Negra .
